Los regalos de segunda mano son cada vez más populares en Navidad porque fomentan un consumo más ecológico, más barato y más consciente.
En lugar de comprar hasta quedarte sin dinero, creemos que ahorrar y comprar regalos de segunda mano siempre ha sido una buena opción.
Con el transcurso del tiempo, el planeta es mucho más sostenible de lo que solía ser. Intentamos reciclar todo lo que podemos, reducir la cantidad de plástico que usamos y reparar nuestros objetos queridos en vez de reemplazarlos y todo esto para ayudar a reducir el enorme impacto de los residuos en nuestro planeta. Entonces, nos preguntamos ¿por qué la Navidad hace que todo este trabajo duro que hacemos durante el año se vaya por la ventana?
Aunque ahora hacemos campaña para que el reciclaje de segunda mano se convierta en una nueva norma, no tenemos la misma mentalidad cuando se trata de los regalos de Navidad. Muchos creen que un regalo de segunda mano o reciclado es un insulto o significa que no hemos pensado tanto en ello.
Reciclar, reutilizar, revivir
Con esta premisa surge la idea también de hacer regalos de segunda mano. Ojo, no estamos hablando solo de ropa usada, sino de complementos sin estrenar, libros, relojes, joyas, obras de arte o artículos de decoración ‘vintage’ que pueden hacer las delicias de quienes los reciban. Sobre todo si tienen una bonita historia detrás.
La idea es consumir poco a poco de una forma más consciente, evitando la compra por impulso y pensando que reciclar no es sinónimo de aprovechar cosas viejas, sino de dar uso a las que otras persona no quieren o o no necesitan, independientemente de su estado de conservación. De hecho… ¿qué son las subastas sino compra-venta de artículos de lujo de segunda mano?
El descuento sobre el precio original en tiendas, la búsqueda de productos descatalogados, exclusivos o vintage son los atractivos principales del comercio de segunda mano según los consumidores.
Los hábitos de consumo de los españoles están cambiando hacia modelos más sociales, impulsados por plataformas P2P (peer-to-peer), que rompen con el sistema tradicional de comercio. Se pasa de un consumismo individualizado a uno mucho más participativo.
Entonces, ¿regalarías algo de segunda mano?
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