El 2022 pasará a la historia como uno de los años más complicados a nivel económico por la elevada inflación, pero todo apunta a que el 2023 no se quedará atrás. Según nos han confirmado las principales firmas de electrónica de consumo, los precios van a escalar en el próximo ejercicio y será todo más caro, desde la telefonía móvil, pasando por el hardware o incluso el software.
Hace más de un año que la Reserva Federal Estadounidense contemplaba la posibilidad de que la inflación subiera de forma transitoria, sin embargo, la guerra de Ucrania cambió todo. La energía comenzó a dispararse, las materias primas escalaron sin control y por si fuera poco, China continuó con su política de COVID Cero imponiendo restricciones que tensionaron aún más la cadena de suministro. La respuesta no se hizo esperar y los principales bancos centrales comenzaron a subir tipos de interés a una velocidad nunca vista llevando la economía al límite. El Nasdaq, índice que agrupa las principales compañías tecnológicas en Estados Unidos ha caído un 30% en lo que llevamos de año y el SP500 registra el tercer peor año de su historia. ¿El problema? Según los expertos todavía quedan obstáculos que salvar a nivel económico y podríamos ver como la FED sube los tipos el próximo ejercicio por encima del 6% llevando a las empresas y hogares que necesitan financiación a una situación límite.
Vuelta al año 2000
El famoso año de la burbuja tecnológica cuando gigantes como Amazon llegaron a perder más de un 90% de capitalización bursátil podría volverse a repetir. Si la inflación no termina de bajar como los bancos centrales quieren, los expertos de JP Morgan consideran que la Reserva Federal podría ubicar el precio del dinero en unos niveles no vistos desde el año 2000. Esto tendría un efecto colateral directo llevándose por delante al S&P 500 y con ello a las principales empresas del mundo. Precisamente esta situación está provocando que los hogares estén ya agotando los ahorros generados durante la pandemia y el consumo se está ralentizando de forma muy acelerada.
Según las principales firmas de telefonía móvil en este Black Friday se han vendido entre un 20 y un 35% menos de smartphones con respecto al ejercicio anterior. Las empresas de informática también confirman un descenso importante en la venta de ordenadores portátiles, pero también es cierto que veníamos de años de récord gracias a la pandemia y al aumento del teletrabajo.
Los principales retailers tampoco están teniendo su mejor año. Amazon se vio obligado a lanzar por primera vez un segundo Prime Day y los expertos vaticinan que el Black Friday no ha sido como esperaban. De hecho, el gigante del comercio electrónico ha comenzado a aligerar su plantilla después de que los mercados le hayan castigado con una caída cercana al 50% en lo que llevamos de año. Por ponerlo en contexto, Amazon se ha dejado 900.000 millones de dólares de valor en el 2022.
Subidas de precio generalizadas
Ya hemos visto como las empresas tecnológicas han comenzado a subir los precios de las diferentes suscripciones (Apple disparó su servicio de música), servicios de streaming han subido precios y la mayor parte de las empresas que ofrecen software como servicio (SaaS) también han incrementado sus tarifas a lo largo de 2022. De cara al próximo ejercicio los smartphones subirán entre un 10% y un 20% de media, los ordenadores entre un 5 y 10% y otros gadgets podrían dispararse por encima de la inflación para soportar el incremento de precios en energía y de materias primas. Fuentes del sector dan por hecho que se va a ralentizar el consumo de forma importante y la mejor fórmula de capear la tormenta pasa por reducir costes e incrementar los márgenes.
Se avecina un año muy complicado y después de casi 20 años de bonanza económica en el sector tecnológico todo apunta a que seguiremos viendo desplomes en compañías punteras. No hay que olvidar que Apple apenas ha caído un 20% en lo que llevamos de año y es la empresa que más peso tiene en el SP500. Si la manzana cae arrastra a todo el mercado y todo apunta a que la demanda del iPhone está muy por debajo de las expectativas.
Con este panorama, el mercado de segunda mano coge más fuerza, y es que no es una mala opción para renovar nuestro móvil o tablet y a la vez ahorrarnos un dinero con la subida de las tecnológicas.
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